domingo, 24 de febrero de 2013

Segundo Domingo de Cuaresma.


S E G U N D O  D O M I N G O  D E  C U A R E S M A



Evangelio: Lucas 9, 28-36

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecieron con gloria; hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y espabilándose vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.

Mientras estos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:

-Maestro, ¡Qué hermoso es estar aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

No sabía lo que decía.

Todavía estaba hablando cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:

-Este es mi Hijo, el escogido; escuchadlo.

Cuando sonó la voz se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

La meditación de este Evangelio, nos la ofrece el Rvdo. Sr. D. Manuel Gómez Sánchez, Diácono del Seminario Conciliar de San Bartolomé,

 

M E D I T A C I O N


Lucas nos cuenta la transformación que sucedió en Jesús mientras oraba: “el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de blancos”. Están acompañados por Moisés y Elías que representan la Ley y los Profetas del Antiguo Testamento.

La reacción de Pedro, Juan y Santiago, es de inmensa alegría, y luego de susto al verse envueltos en una nube y ver finalmente solo a Jesús.

Los tres apóstoles que Jesús llevó consigo al monte tuvieron la experiencia de una manifestación misteriosa de Dios, con la voz de Dios que resonó: “este es mi Hijo, el escogido, escuchadlo”.

Jesús es el maestro auténtico que nos ha enviado Dios. Este es el Jesús en quien nosotros creemos, a quien escuchamos en cada Eucaristía y a quien seguimos en nuestra vida.  El Señor nos invita a refrescar nuestra condición de discípulos, de escuchar más a Jesús y de saber que no van a ser vanos nuestros esfuerzos por vivir según Cristo.

Manuel Gomez Sanchez, Diácono.

En nombre de la Junta de Gobierno de esta Venerable Cofradía queremos agradecer la colaboración de Manuel.

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