La pasada Semana Santa, nuestro predicador el Padre Pedro Miguel
Lamet publico en su blog “ El alegre Cansancio ” (http://blogs.21rs.es/lamet/) un Tríptico de la Pasión que dedico a los
tres personajes que estuvieron hasta el final al pie de la Cruz : María de Magadala,
Juan, el discípulo amado y María de Nazaret, su madre.
Todavía recordamos que el Triduo Cuaresmal de la Cofradía fue un homenaje
dedicado por el Padre Lamet a esta triología. Las homilías terminaron con estas
oraciones y poemas
ORACIÓN
DE MARÍA MAGDALENA AL PIE DE LA
CRUZ
Se ha hecho de noche
aunque es mediodía
en este monte donde te me
mueres,
oh Jesús, amor, sueño y
vida mía.
Cómo siento tu sed y
dueles en mi carne
donde hienden tus clavos
su amargura fría
hasta romper mi alma desde
tu abandono
tú que solo bondad y luz
nos repartías.
¿No te acuerdas, Jesús, el
sol que relucía
en aquella mañana que fui
sola a buscarte?
El lago estaba azul
y el prado se reía
con una primavera
repleta de la gente
que buscaba al pastor con
alegría.
Me miraste de lejos y sólo
una mirada
desnudó mis entrañas
aquel día.
La angustia de mi alma se
esfumaba
mientras mi ser entero se
encendía.
Supe de pronto que amar no
es ese juego
de dar placer a cambio de
una orgía,
ni tomar prestado un
cuerpo por el otro,
ni recibir sin dar, ni
destruir tu vida
en una dependencia que
vacía.
Amar, Jesús, es abrazarme
entera
al don gratis de irme a la
deriva;
de beber en tus labios la
palabra
y entregarme del todo en
despedida.
Amar es, como tú, abrirme
desde dentro
para hundirme en tu mar,
sentir la herida
de los otros que aúllan de
pobreza,
querer sin buscar jamás el
ser querida.
Es perdonar, sentirse
perdonada.
Es abrazar de
abrazos desprendida.
Es sonreír con
lágrimas de gozo.
Es un llorar de amor hasta
la risa.
Dame, Jesús, desde tu cruz
un beso
como el mar nos regala con
su brisa
y junte nuestra tierra con
tu cielo
y regale por siempre
a esta tu niña
el abrazo de Dios que hace
del hombre
un dios de amor
nacido de una herida.
Pedro Miguel Lamet
Segundo
poema, un soneto de Juan, el discípulo amado, del Tríptico de la Pasión dedicado a los tres
personajes evangélicos que permanecieron fieles a Jesús hasta la muerte.
PALABRAS
DE JUAN AL PIE DE LA CRUZ
Bájate, Jesús y ven
conmigo,
volvámonos
ahora a Galilea.
que aún se mece la
barca en la marea
añorando regreses como
amigo.
Deja esa cruz, Maestro, y
sé testigo
de un nuevo amanecer. Ven,
pastorea
esa muchedumbre que jadea
sin pan, sin luz, sin
agua, sin abrigo.
Llena mi noche con sólo tu
mirada,
deja que apoye de nuevo mi
cabeza
en tu pecho de amigo
que me abre
un camino de amor y de
certeza:
“Ahí tienes a tu hijo,
madre amada.
Ahí para siempre tienes a
tu madre”.
Pedro Miguel Lamet
Tercera y
última parte del Tríptico de la
Pasión , dedicado a los tres grandes figuras evangélicas que
permanecieron fieles a Jesús hasta su muerte: María, su Madre.
PALABRAS DE MARÍA DOLOROSA A SU HIJO MUERTO EN LA CRUZ
¿Qué te han hecho, Jesús,
hijo del alma?
¿A dónde el odio y la
envidia te han traído,
que tu cuerpo te sangra
malherido
y una espada atraviesa mis
entrañas?
¿Dónde fueron las risas de
aquel niño
que jugaba en la puerta de
mi casa?
¿Dónde partió mi joven
carpintero,
dónde, muerto José, mi
único amigo?
Te ha matado el poder, la fuerza
bruta
que no sabe de luz, que
solo mata.
Ya no puedo escuchar tu
voz bendita
ni puedo acariciarte con
mis nanas.
El tiempo se ha parado,
todo es noche,
tus discípulos todos han
huido.
No hay consuelo ni alivio.
Pon tu calma
en medio del dolor, mira
qué frío
llena al mundo de miedo y
pesadumbre.
Todo pide que vuelvas con
tu Pascua.
Resucita, Jesús, en tus
hermanos
vuelve otra vez a tus
campos y tu barca.
Siembra entre los hombres
el alivio
de saber que la vida es tu
Palabra.
Repártenos tu Pan, danos
tu Vino,
confirma que el Amor todo
lo salva.
¡Vuelve a mostrarnos de
nuevo tu camino!
¡Ven, Jesús, resucita!
¡Maranatha!
Pedro Miguel Lamet
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