martes, 7 de octubre de 2014

Festividad María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos



 Hoy, 7 de Octubre, celebramos la festividad de María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos.



 
Al llegar un año más la Festividad de Nuestra Señora del Rosario, aquellos que profesamos devoción a la Virgen Santísima bajo esta advocación queremos confesar nuestro amor por María dolorosa, gloriosa, gozosa e iluminada.
Nos sentimos herederos de los devotos de una advocación centenaria que si bien debemos a la querida Orden de Santo Domingo su propagación, es instrumento eficaz para la oración y devoción de todo el pueblo de Dios.
Desde los orígenes de esta piadosa oración pasando por San Pío V, el Papa Dominico, que mandó a todo el orbe católico rezar el rosario para la intercesión de Nuestra Señora en la Batalla de Lepanto, no hemos cesado de requerir la valiosa protección de la Santísima Virgen María cada día de nuestra vida con los ojos puestos en su Hijo Jesucristo Nuestro Señor.
Somos testigos de la Encarnación del Hijo de Dios en el Seno de la Virgen como si acompañásemos a San Gabriel en tan venturosa visita, nos dirigimos con María Santísima a prisa a la montaña para visitar a su prima Santa Isabel junto a Ella, queremos presenciar el nacimiento del Niño Dios en Belén acomodándole el pesebre hasta dejarle la paja mullida, presenciamos en oración como María y José presentan a su hijo Jesús en el Templo o cómo éste mismo pocos años más tarde se pierde dentro de él y es encontrado nuevamente.
Con el Bautista presenciamos cómo Jesús da sentido al nuevo y definitivo nacimiento por el agua y el Espíritu o invitados a las Bodas de Caná verificamos el agua convertida en vino en el primer milagro del Señor. Recibimos con alegría el anuncio del Reino de Dios, subimos al Monte Tabor para ver a Jesucristo transfigurado o somos partícipes de la Eucaristía donde se entrega por nosotros.
Queremos orar con el Señor en Getsemaní pidiendo compartir con Él ese amargo cáliz, amortiguar los golpes del flagelo que lo fustiga, intentar que no le rasgue su divina frente esa corona de espinas, compartir como buenos cirineos el peso de su cruz o acompañar a María y al discípulo amado al pie de la cruz dando testimonio de que muere por nosotros.
Nos gloriamos al contemplar alegres la Resurrección del Señor o su Ascensión a los cielos, mientras esperamos la venida del Espíritu Santo y veneramos a la Santísima Virgen asunta en cuerpo y alma a los cielos siendo coronada como Reina de cielos y tierra.
Rezar el Santo Rosario es contemplar la vida entera de Cristo de la forma más pura y sincera que puede contemplarla un cristiano, con los ojos de María.

Rvdo. P. Jesús García Morales
Párroco de Santa María la Mayor la Coronada y Santiago el Mayor de Medina Sidonia.

 

 

Os recordamos que hoy a las 12,30 horas en la Parroquia de la Santa Cruz tendremos el tradicional rezo del Ángelus ante Nuestra Señora.

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