sábado, 20 de octubre de 2012

Segundo Misterio Doloroso. La flagelación de Jesús atado a la columna.


La flagelación de Jesús atado a la columna

La flagelación. Autores  Francisco de Osona y Rodrigo de Osona. Museo Nacional del Prado


«Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose a él, le decían: "Salve, Rey de los judíos". Y le daban bofetadas» (Jn 19,1-3). 


«Los padecimientos de Jesús han tomado un forma histórica concreta por el hecho de haber sido "reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas" (Mc 8, 31), que lo "entregaron a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle" (Mt, 20, 19)» (CIC, 572).


La meditación de este misterio, nos la ofrece el canónigo de la S.A.I. Catedral de Cádiz y nuestro Párroco el Rvdo. P. D. Balbino Reguera Díaz,

M E D I T A C I O N

La flagelación de Jesús

Nosotros también golpeamos a Jesús.

Cada vez que pecamos, cada vez que lo ignoramos cada vez que seguimos nuestros ídolos, y cada vez que no respondemos a su amor, le estamos golpeando. Cada vez que le rechazamos, cada vez que rechazamos a uno de “sus pequeños”, le golpeamos. Y Jesús nos disculpa, porque no sabemos lo que hacemos “Padre perdónalos”. El recibe nuestros golpes con mansedumbre y humildad. A pesar de todo no nos deja de amar, 

Muy al contrario, busca nuestra mirada con la suya, esa mirada compasiva, clemente, cariñosa, para mover nuestro corazón.

“Tapándole el rostro le decían: ¿Quien te golpeo? ¿no nos suena esta actitud?¿no nos pasa a veces que nosotros también le tapamos el rostro a Jesús? Cuantas veces tiramos la piedra y escondemos la mano. Cuantas veces vivimos una doble vida. Cuantas veces disimulamos delante de Dios. Cuantas veces intentamos engañarle como si El no conociera a fondo nuestra intimidad. 
No queremos “perder la buena imagen” y le damos a Dios largas explicaciones que ni siquiera nosotros nos creemos.

Y es una lastima.....

Porque si le tapamos el rostro a Jesús, ¡nos estamos perdiendo su mirada!

Oración final:

“Señor que busquemos tu rostro con sinceridad de corazón”


                                              P. Balbino Reguera Díaz


En nombre de la Junta de Gobierno de esta Venerable Cofradía queremos agradecer la colaboración del Padre Balbino con esta campaña.

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