Oraciones Diarias
El Hallazgo del Salvador en el templo. Autor William Holman Hunt. Birmingham Museum & Art Gallery |
Al no encontrarlo volvieron a Jerusalén en busca suya. A los tres días lo encontraron en el Templo sentado en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles. Todos los que le oían estaban admirados de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo se quedaron maravillados, y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué has hecho esto? He aquí que tu padre y yo te buscábamos angustiados". Les contestó: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en los asuntos de mi Padre?" (Lc, 2, 45-49)
A N T I F O N A S
D E L A O -
VII
Salva la distancia que nos separa y ven.
Revístete de nuestra carne y ven.
Vida y Salvación nuestra.
Enmanuel nuestro, ven.
A N T I F O N A S
D E L A O -
VII
OH ENMANUEL,
Rey y Legislador
nuestro,
esperanza de las
naciones
y salvador de los
pueblos,
VEN
a salvarnos,
Señor Dios nuestro
La situación del hombre es dramática y
la situación del mundo es desesperada. Confiamos a veces en nuestros propios
medios, en nuestra ciencia o en nuestros poderosos medios técnicos, pero
nuestros progresos son ridículos.
Volvemos la mirada a nuestros grandes
hombres y a las importantes organizaciones internacionales, pero pronto nos
desilusionan. Los problemas son tan complejos y los intereses creados son
tantos, que no se llega nunca a las soluciones radicales.
Por eso, necesitamos que venga un Dios
a nosotros y que se quede con nosotros. Un Dios que se ponga a nuestro alcance,
que recorra nuestros caminos y conduzca nuestros pasos. Un Dios que sienta como
nosotros, que conozca nuestras debilidades y nos transmita la fuerza para superarlas.
Un Dios que se haga cercano y amigo, dispuesto a cargar con nuestros fardos y
capacitado para curar nuestras heridas. Un Dios que nos enseñe palabras de
vida, que hable al corazón, Legislador que meta su ley en el pecho, promotor de
la nueva cultura, la civilización del amor, el reino de la verdad.
Ese será nuestro Enmanuel, nuestro
Dios-con-nosotros.
Pues, deja el trono de tu gloria y ven.
Rasga definitivamente el cielo y ven. Salva la distancia que nos separa y ven.
Revístete de nuestra carne y ven.
Ven, oh Rey nuestro,
Señor y Dios nuestro, Vida y Salvación nuestra.
Enmanuel nuestro, ven.
RAFAEL
PRIETO RAMIRO
VEN... ADVIENTO Y NAVIDAD
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