El demonio a la oreja te está diciendo:
-no reces el Rosario sigue durmiendo.
¡Viva María, viva el Rosario!
¡Viva Santo Domingo, que lo ha fundado!”
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| Gloria. Palio María Stma. del Rosario en sus Misterios Dolorosos |
Así versa una cancioncilla popular que invitaba a los fieles en los Rosarios de la Aurora a unirse a tan piadoso Ejercicio. Su melodía todavía se nos recuerda desde el campanario de la Iglesia Conventual de Santo Domingo, donde se encuentra la imagen de la Patrona de Cádiz.
Pero rezar el Rosario no es algo que deba tomarse como tradición u obligación, sino como un regalo y un don que la tradición cristiana pone en nuestras manos para ayudarnos en la oración y sostener nuestra piedad.
El Concilio Vaticano II, al tratar del misterio de María hizo una breve referencia a las prácticas de devoción hacia Ella: «Los hijos de la Iglesia... estimen mucho las prácticas y los ejercicios de piedad hacia Ella recomendados por el magisterio en el curso de los siglos» (LG 67).
Pío XII ya había definido el Santo Rosario como “compendio de todo el Evangelio”. Pero será la exhortación apostólica de Pablo VI, la Marialis cultus (1974), hablará ampliamente del Rosario. En ella se recuerdan los elementos esenciales constitutivos de tal oración, como la contemplación de una serie de misterios de salvación de una clara índole evangélica, pues se inspira en la Palabra de Dios para sugerir el Misterio que debemos contemplar; la oración del Señor, o Padrenuestro, que por su inmenso valor es base de la oración cristiana; la sucesión litánica de las Avemarías; y la doxología Gloria al Padre, que cierra esta devoción con la Glorificación de Dios Uno y Trino.
Juan Pablo II, nos regalará el 16 de octubre de 2002, la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae con la que abría el Año del Rosario. En ella el papa mariano afirmaba que: “El Rosario, aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología. En la sobriedad de sus elementos, que tiene toda la profundidad del mensaje evangélico en su totalidad, de lo que puede decirse que es un compendio”.
En esta carta el Papa Juan Pablo II introducía una nueva serie de “misterios”, los luminosos. Que -además de los tradicionales misterios gozosos, dolorosos y gloriosos- eran una oportuna incorporación de los misterios de la vida pública de Cristo desde el Bautismo a la Pasión.
Con lo cual tenemos entre manos un ejercicio de piedad, con claras raíces evangélicas y honda tradición eclesial. Por ello, la Cofradía del Perdón, para fomentar la contemplación de los Misterios que enmarcan la vida de María Santísima del Rosario, ha querido durante el mes de octubre hacer partícipes a sus cofrades, hermanos, devotos y amigos, de una reflexión diaria durante casi todo de este mes del Rosario, que ayude a la oración y contemplación personal y de Hermandad.
Como Director Espiritual impulso esta iniciativa desde el principio, y os animo a dedicar apenas unos minutos diarios a leer meditativamente el texto evangélico que se nos propone, la reflexión eclesial que le sigue, y la meditación que con fervor y generosidad de corazón nos ofrecen diversas personas que han querido colaborar con esta piadosa campaña del Santo Rosario.
Entre las meditaciones ofrecidas encontraréis, tras la invitación del Sr. Obispo: D. Rafael Zornoza Boy; el testimonio de veinte creyentes que comparten su meditación con nosotros.
Comenzarán con los Misterios Gozosos el P. José María Bravo, Delegado para el Año de la Fe, y colaboradores de su Secretariado; así como la Abadesa del Monasterio de Santa María (MM. Concepcionistas) y el Monasterio del Corpus Christi (MM. Carmelitas Descalzas).
Seguidamente tendremos la serie de Misterios Luminosos, acompañado por profesionales de la palabra; periodistas que cambian sus noticias habituales por la Buena Noticia de su fe compartida.
La reflexión sobre los Misterios Dolorosos estará a cargo del Ilmo. Cabildo Catedralicio de Cádiz. A la gloria, gaditanos, nos llevarán los Misterios compartidos por cofrades de diferentes hermandades de nuestra ciudad.
Para concluir con el epílogo oracional y poético que hemos pedido al Pregonero electo de la próxima Semana Santa 2013. Al finalizar se nos enviará la carta apostólica sobre el Rosario para nuestra documentación y formación.
Que esta Campaña del Santo Rosario nos ayude en nuestra formación de fe, fomente nuestra piedad y nos acerque –junto a María- a los Misterios de Cristo.
P. Pedro José Rodríguez Molina
Director Espiritual
En nombre de la Junta de Gobierno de esta Venerable Cofradía queremos agradecer la colaboración y asesoramiento del P. Pedro con esta campaña y con todo lo relacionado con nuestra Cofradía.
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