La resurrección del Hijo de Dios
La Resurrección. Autor El Greco. Museo Nacional del Prado |
«El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: "¿Por qué buscáis ente los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado"» (Lc 24, 1-6).
«"Si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe" (1Cor 15, 14). La Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y enseñó» (CIC, 651).
La meditación de este misterio, nos la ofrece el cofrade D. Miguel Ángel Morgado Conde,
M E D I T A C I O N
La Resurrección de Cristo
Si contemplamos la hermosa pintura de la Resurrección de Cristo del Greco del Museo del Prado, vemos como el cretense captó la grandeza de este hecho sobrenatural de forma magistral en el asombro de los soldados. Además une la Pasión a la Resurrección en los pies del Cristo, dispuestos uno sobre otro como si Jesús aún estuviese en la Cruz. Con la Resurrección Dios consagra la obra de Jesús. La Pasión de Cristo culmina de manera esperanzadora, y para asombro de todos en la Resurrección.
La Iglesia naciente se basa ahora de manera tajante, en el encuentro de cada uno de nosotros con Jesús Resucitado. La Resurrección del Señor es la anticipación de la meta, del final de la historia. Nos invita a un programa de vida a la luz de Cristo Resucitado. La muerte ya no es el final del hombre, ya se puede recorrer la vida con esperanza.
Los cristianos, los cofrades, tenemos que ser testigos de la Resurrección, debemos transmitir el amor de Jesús de Nazaret. La Resurrección de Cristo es el centro de nuestra fe. Ya dijo San Pablo: “si no resucitó Cristo, vana es nuestra fe“.
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica, que “Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible” (CEC 997). Al igual que Cristo, nuestro cuerpo transfigurado en cuerpo de gloria resucitará. Dicen las Escrituras: “el cuerpo glorioso de Jesucristo era tan bello que no lo reconocían los Apóstoles “. La Resurrección es una victoria triunfante y gloriosa para cada creyente en Jesucristo. Decía San Agustín que la fe de los cristianos es la Resurrección de Cristo.
Decía también San Jerónimo, que después de la tristeza del sábado, “resplandece un día feliz, en él se realiza el triunfo de Cristo resucitado “. Con la victoria de Cristo sobre la muerte, sacamos fuerzas para luchar y oponernos de manera solidaria a tantas injusticias, a tantos males que nos afligen. La Resurrección da un nuevo sentido a nuestra vida. Porque Cristo vive, nosotros viviremos: es la esperanza de eternidad de los cristianos, de los cofrades.
La Resurrección de Cristo lleva implícita para los cristianos una misión. Como recoge la Carta a los Colosenses: “si habéis resucitado con Cristo, vivid como resucitados“. Cuando rezamos el Padrenuestro, reconocemos que en este mundo no se cumple la voluntad de Dios. La Resurrección es una reivindicación de las víctimas de este mundo. Afirmaba Walter Benjamín que “nuestro progreso se está convirtiendo en camino de regreso a la barbarie “. No luchamos por evitar el inmenso dolor que existe en esta humanidad. Debemos de recuperar, con la fe en Cristo Resucitado, esa fuerza transformadora que caracterizó a las primitivas comunidades cristianas.
Los discípulos vivieron el encuentro con el Resucitado como una llamada a anunciar el Evangelio. El Resucitado camina con nosotros y hemos de encontrarlo en todo hombre necesitado.
Finalmente diremos con Juan Pablo II, “si habéis encontrado a Cristo Resucitado, ¡vivid a Cristo!, ¡ vivid con Cristo!”
Miguel Ángel Morgado Conde
En nombre de la Junta de Gobierno de esta Venerable Cofradía queremos agradecer la colaboración de Miguel Ángel con esta campaña.
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